Que nunca deje de llover

Deja que la lluvia acaricie tus párpados, que se impregne en nuestra piel y se libere en forma de mariposas… Déjate llevar por el compás de las gotas de lluvia cayendo sobre nuestros alegres rostros, que nos mojemos, que nos empapemos… Hasta humedecernos de amor. Siente la invisibilidad de la lluvia llena de colores… Hasta que pinte un corazón en nuestra entidad… No hay sol, ni truenos, ni nubes negras… Sólo nos queda el diluvio universal para celebrar nuestro amor… Digámonos te quiero con códigos que únicamente entendamos nosotros… Querámonos clandestinamente hasta empacharnos del agua de la pasión… Pero, en ningún momento, hagas que deje de llover… Porque si no esto se apaga, se seca, se quema… Sólo la lluvia es nuestro arrope, nuestra calma, la forma más bonita con la que demostrar nuestro amor…